Sinopsis de la obra:
¿Qué es el universo?, ¿te lo has preguntado? Cuando piensas en él: ¿lo asocias a ese espacio que existe cuando elevas la vista?, ¿al firmamento, estrellas o todo lo que creemos percibir o nos cuentan que hay afuera? O bien, ¿crees que es una entidad mística, espiritual, angelical o creadora?
¿Y qué tal si es la proyección de nuestra mente? Como un carrete de películas que arroja sobre una pared, una serie de imágenes que no sabremos si podremos constatar si es igual para ti que para el prójimo.
Pero, la pregunta más importante de todas es: ¿Y si el universo fuese la personificación de un humano?, ¿si no es más que cada uno de nosotros?
En una costa lejana, un día de verano como cualquier otro, un asteroide cae a la tierra sin ser percibido por nadie. En él fue enviada una parte del firmamento: La Vía Láctea. A causa de que en ella existe una especie depredadora, que está perturbando, incluso, fuera del planeta en el que habita, por lo tanto, la energía que lo contiene, ha sido llamada a eliminar a dicha especie.
Será en esa costa, que al contacto de la visual humana, ese fragmento de universo enviado a la tierra tome la forma de un hombre joven, que se materializa como tal, gracias a los ojos de la mujer que lo detecta. Ante la falta de todo, no solo de ropa, sino hasta de un nombre y, a raíz de que otros seres humanos comenzarán a interactuar, Emma, la primera humana que logra verlo, le pone el nombre de Orión. Sin planearlo, termina teniendo sentido, pues Orión fue el cazador de bestias errantes para los griegos antiguos, algo muy similar a la misión con la que llega al Planeta Tierra.
Desnudo y desprovisto del conocimiento necesario para entender el planeta que él mismo originó, se apegará a ella, con quien, en un inicio, empiezan de muy mala manera, para que le ayude en ese tránsito de conocer lo que ha creado; desde lo más minúsculo en la naturaleza hasta esa especie llamada: Humanos, que está poniendo en peligro de extinción todo, inclusive al universo.
Su travesía por el mundo, con el fin de conocer para no volver a repetir el error de generar vida, nos llevará por todo tipo de pasajes. Nos conectará con una memoria ancestral, con el lenguaje olvidado de la tierra y los seres vivos primigenios. Pasando por momentos de mucha tensión, dolor y aceptación de la banalidad de la existencia, no solo de la humana, sino de la vida misma.
Orión deberá enfrentar lo que es estar en la tierra. Es el dueño de la construcción y la destrucción. Su tormento es creado por sí mismo, pues puede poner fin a la existencia cuando lo desee. El problema reside en que, al llegar al mundo y volverse humano, no escapará a las emociones mezcladas tan características de esta especie y, por ende, comenzará una batalla en su interior sobre el destino que deberá darle a todo.
En la dualidad de la misantropía y la filantropía, de un amor-odio, el bien y el mal, navegará por aguas turbias de la mano de Emma, ocultando su naturaleza destructiva y creadora, junto a su misión: exterminar la raza humana.
En este caos de emociones opuestas, en una tarea que, de tan fácil que parecía, se vuelve la más difícil de llevar a cabo, ¿podrá Orión cumplir con su misión?, ¿será tan simple destruir como construir?
Solo una cosa es segura: no se vuelve a ser el mismo jamás.
Adéntrate al laberinto de emociones y pensamientos que, Orión, quien vino desde las estrellas, nos enseñará.
Escritura, superación personal y filosofía 